Trude Fleishmann |
El camino a Kurabuchi está llenos de curvas
al norte se despliegan montañas bajas
al sur parece oírse el murmullo del agua fluyendo en un río
poco a poco, las curvas de la senda atraviesan el campo que lleva hacia la montaña,
entre los arbustos, dispersas, se abren las flores
si se ven desde lejos no son flores llamativas
pero cerca, cuando anhelas cortarlas, todas son particularmente bellas
a mitad de camino a Kurabuchi mi mujer y yo recogimos un manojo de flores
eran pocos los nombres de flores que sabía
y tantos los nombres de ideas abstractas que conozco
hace sesenta años llevaba flores a la pequeña casa que construyó mi padre
y las arreglaba en un jarrón de porcelana blanca remendado con alambre
qué bueno sería recordar este día después de la muerte
una vez que olvide todas las palabras
Shuntaro Tanikawa
De: Sin conocer al mundo / Sekenshirazu, Traducción: Cristina Rascón Castro, Plan C Editores, México 2007