Más allá de las columnas sonrientes
de las frases en corrupción
que nos pertenecieron como un ademán definitivo
para los cuerpos innombrables
más allá de lo cotidiano y las alcobas
de lo merecido y lo casual
del riesgo de resbalar vencidos por el aire
contra la realidad de sabernos momentáneos
contra la finitud obligatoria del contacto
contra el vacío y la intemperie
que nos hace padecer todo universo
aún hay seres que pueden encontrarse
contra la misma redondez de sus caricias
y contra el silencio largo de las calles
por donde transitan sus fantasmas
de otra mirada y otro espacio
como diciéndose lo que nunca se dirían
como llenando causes para siempre secretos
como aplazando el tiempo en su propia morada
más allá de sentirse y de tenerse
de la separación y el abrazo
de la desnudez y la semejanza
aún hay seres que pueden encontrarse
más allá del estallido de sombras explosivas
de los pájaros luz en los que vuelan
de palabras y nieblas y palabras
de las columnas sonrientes
que nos hacen un guiño de fracaso
Homero Aridjis
de: Antes del reino