Los números de la fiebre se borran
debajo de los termómetros:
gatos locos(él oye batos locos: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Tourist(mit 2 löwen)(with 2 lions),1975-Gerhard Richter
está afiebrado), perros visionarios
habitan el tramo trémulo
que va de los 39 a los 40
grados centígrados. Sólo números,
pero detrás de ellos
hay ciudades alucinantes
y una fauna
de creciente complejidad
-los gatos devienen catoblepas,
los perros se transfiguran
en emperadores chinos.
Pura fiebre. Una torturante
delicia, hecha de mareos
y bochorno y anemia súbita;
una forma de embriaguez
que barniza la fisiología
con sustancias radiantes, misteriosas.
Bajan los números de la fiebre:
mira la raya roja, desplomándose.
Amanece. La noche luminosa
concluye ante la salud gris
del día. Falla moral este gozo
de la fiebre. ¿O es ese exceso
una forma de la salud
que no acabamos de entender?
David Huerta
De: La calle blanca, coedición:Ediciones Era/CNCA,2006, México
letras libres: david huerta
festival de poesía medellín: david huerta
gerhard richter
moma: gerhard richter
madrugada (g)
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abrir la herida cuando no soportes el roce permitirle guardarse el
hablar te enloquece mlg p { line-height: 115%; margin-bottom: 0.1in;
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