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domingo, 19 de agosto de 2012

Rusia

A sera, 1862 - Antonio Fontanesi
Rusia


¿Qué me importa si te llamas esclava,
. mercenaria o simplemente loca? 
Brillas... y al mirarte recuerdo la felicidad.
. Estos rayos no se ocultarán.

Estabas en mi pasión, en los solemnes sufrimientos,
. y en las pausadas miradas femeninas.
En los campos iluminados, fríos y virginales,
. nacías con el azul de las flores.

En otoño acompañabas a los llorosos bosquecillos,
. en la primavera besabas mis pestañas.
En las sofocantes iglesias repetías con el diácono
. las vacías palabras del oficio.

En verano, deslumbrabas con los relámpagos tras los trigales;
. en invierno yo veía tu imagen en la escarcha.
Por las noches te inclinabas conmigo sobre las páginas
. de los poderosos y musicales libros.

Fuiste y serás. Misteriosamente he sido creado
. del brillo y de la bruma de tus nubes.
Cuando la noche sobre mí se baña en estrellas,
. escucho tu flameante llamada.

Estás en el corazón, Rusia. Eres el principio y el fin,
. estás en el latir de la sangre, en la turbación de los sueños.
¿Y acaso me perderé yo en este siglo sin caminos?
. Como siempre me iluminas tú.

 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Crimea, 1918








La última cena


Hora de meditación de la austera cena,
de las profecías de la traición y la separación.
La perla nocturna ilumina
. . . . .los pétalos de adelfas.

Se reclinaba apóstol sobre apóstol.
- Cristo tiene las manos plateadas -
Con su claridad rezan las velas, y por la mesa
. . . . .se arrastran las mariposas nocturnas.

 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Crimea, 1918









Habitación de hotel



No es ni una cama ni un banco.
El empapelado amarillo sombrío.
Dos sillas. Un espejo torcido.
Entramos - yo y mi sombra.

Abrimos la ventana con ruido:
un reflejo de luz se desprende hasta el suelo.
Noche exánime. Los perros a lo lejos
rompen el silencio con sus variados ladridos.

Me quedo parado ante la ventana,
y en el cáliz negro del firmamento,
como una gota dorada de miel,
dulcemente brilla la luna.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Sebastopol, 1919








Sueños




Viajando, durmiendo en casas extrañas,
miro a mis compañeros de viaje,
. . . . . y capto sus aburridos murmullos.
Yo exijo las nefastas señales:
quién verá su patria, quién no,
. . . . . quién dormirá en tierra no rusa.

Si puede saberse. Porque a los peregrinos les son dados
sólo sueños sobre su patria, pero los sueños
. . . . . no cambian nada.
Qué ocultar - A veces me ocurre que tengo
sueños felices: en uno, me dirijo
. . . . . desde la estación a la hacienda,

no puedo sentarme, voy de pie
en un tarantás que traquetea y reconozco
. . . . . cada sacudida sobre los baches primaverales,
voy con la cabeza descubierta,
blanco, como tu pañuelo, y con el alma
. . . . . demasiado llena para rezar.

Señor, yo exijo las señales:
quién verá su patria, quién no,
. . . . . quién dormirá en tierra no rusa.
Si puede saberse. Un año vuela tras otro,
incluso para quien tiene fe y esperanza,
. . . . . incluso a mí me frecuenta la tristeza.

Solamente el sueño consuela a veces.
Rusia no se divide en regiones y ciudades,
. . . . . en distritos y en aldeas,
toda ella se divide en sueños.
entregados a los innumerables peregrinos
. . . . . en el exilio, para sus largas noches.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1926













Para hacer un viaje nocturno no necesito
. . . . . ni barcos, ni trenes.
La luna se encuentra sobre el damero del jardín.
. . . . . La ventana abierta. Estoy preparado.

Con acostumbrado silencio, como en la noche
. . . . . un gato entre los setos,
salta, hasta la orilla rusa del río fronterizo,
. . . . . mi sombra sin pasaporte.

Ligera, invulnerable, clandestinamente
. . . . . me extiendo en cada pared,
y a la luz de la luna, al sueño que pasa de largo,
. . . . . en vano apunta un centinela.

Floto sobre los prados, bailo en el bosque -
. . . . . pero quién puede comprender que haya
en todo este enorme país, un solo ser vivo,
. . . . . un único ciudadano feliz.

He aquí el reflejo del Neva a lo largo del muelle.
. . . . . Todo está en calma. Un tardío peatón
que encuentra mi sombra en medio de la plaza desierta,
. . . . . impreca a su imaginación.

Y me acerco hasta la casa desconocida,
. . . . . sólo reconozco el sitio...
Allí, en las oscuras habitaciones, todo es distinto,
. . . . . y todo emociona a mi sombra.

Aquí duermen los niños. En el borde de la almohada
. . . . . me recuesto, y entonces
ellos empiezan a soñar con mis antiguos juguetes,
. . . . . con los barcos y los trenes.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .1929






Nieve


¡Oh, este ruido! Al pisar la nieve -
cruje, cruje, cruje -
con botas de fieltro alguien camina.

El grueso y retorcido hielo
terminado en punta pende de los tejados.
La nieve es crujiente y brillante
(¡Oh, este ruido!).

Detrás, el trineo no se arrastra -
vuela, pisando los talones.

Me sentaré y me deslizaré
sobre el terraplén, sobre el llano:
las botas de fieltro separadas,
agarrado a la cuerda.

Antes de dormirme
siempre pienso:
quizás, mi desmañanada infancia
con su cálida ropa,
encuentre un rato libre
para visitarme.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Berlín, 1930







Era un día como otro


Era un día como otro cualquiera. Dormitaba la memoria.
Se alargaba la fría y aburrida primavera.
De pronto, una sombra en lo más hondo del alma
se removió, y fue subiendo con un profundo sollozo.

¿Por qué llorar? No sé como consolarme.
Pero como pataleaba, cómo se agitaba,
cómo impetuosamente se agarraba al cuello,
en la oscuridad terrible pidiendo que la tomara en brazos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Itaca, 1951




Vladimir Nabokov
De: Poemas desde el exilio, Trad. Macarena Carvajal, Ed. Pre-Textos, España 2001


14 Poemas desde el exilio
letras libres: 6 poemas de nabokov
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