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| Mt. Inwangsan - Jeong Seon |
bajo la fractura del árbol hay una
secreción. no existe equilibrio entre la
belleza y el nombre musitado.
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bajo los tejados hay una luz impenitente.
golpea con fuerza el viento detrás del
muro. volverá el ciervo a pisar el amarillo
de tu nombre.
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un estanque con lotos es fuego apacible.
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| Geumgang jeondo, 1734 - Jeong Seon |
profusión de susurros. o casi un estanque
de lotos.
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no decir aún o desde luego. (los caballos
rojos pisan con premura tu ácida
costumbre de negar). hay algo nuevo no
nombrado. vuelo del kkachi en la ventana.
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un bosque de bambúes es un dardo en el
paisaje. verde en lo rojo del paisaje.
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no. hambre del no. como el tejado y las
grullas. no. a veces lo pensaste: dos
piedras calizas hacen una barca perdida
en el horizonte. no el resplandor, es el
destello que choca entre las rocas lo
venidero. hambre del no. negrura.
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mirar de cerca los objetos: su otra vida
no evidente. romper de tajo con el cerco
que tienden las palabras.
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esta lluvia no miente. deslava puntual el
camino. quedan las pisadas matutinas, un
agrio olor que no se disipa, y tu rostro
que hiere con la tristeza amarilla de los
carpinteros.
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| Bakyeon pokpo - Jeong Seon |
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es muy espeso el nombre de lo
nombrado.no tiene cabida. como el
amarillo de las hojas. como el negro de
los surcos en tu mano.
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diferentes lenguas, casi como ríos
diferentes, o diques que contienen
consonantes ácidas, quiebres ante el
fracaso y un poco de dolor. pero el cielo
está vacío.
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ríos de luz en el riachuelo. casi la sobre
luz. fugaces insectos. ya no quedan
rastros de los nombres en la piedra. un
dragón volador se aligera.
León Plascencia Ñol
De: Satori, CONACULTA, México 2009