sábado, 7 de abril de 2012

Querido / Homenaje a Juan Gabriel


Cuarto de la sirvienta
(Déjame vivir)

Leñadores, Bart van der Leck

Tú eres una cosa. Te amordaza
y no sabría explicar por qué olfatea
si alguien lo sorprendiera sobre las toallas húmedas,
tiradas en el piso.

eres
una 
cosa.

Te ha imaginado muerta
bajo la regadera que es hisopo
de ácido sulfúrico . . . . . . no es agua.
Nada. Nada. Nada.

Sonidos raros, luces, tarántulas se crispan en las manos.
La cabeza de Dios (que es modernista),
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . las sandalias de hule.

Tú eres
una cosa.
Que no:
Nada.

El radio está en Argel.

El baño es turco.
Y la voz canta:

Nada.


Ángel Ortuño




Una canción en el dial
(Siempre en mi mente)


Beehive, Bart van der Leck
Desprevenido, como quien
se apresa a examinar
sus uñas o busca una canción
a lo largo del dial,
me sorprendió de pronto,
zumbando en el oído
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . tú estás siempre en mi mente
la canción que no buscaba
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . estás siempre en mi mente
el sedimento al fondo del flujo de mí mismo
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . siempre en mi mente
algo lejano y lánguido, tan persistente
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . en mi mente
ese terco rumor girando en remolino
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mi mente
como las heces del insomnio
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . mente


Luigi Amara




Historia de las rosas
(Costumbres)


1
. . . . . . . Verdad que la costumbre es más fuerte que el amor [:]
Composition, Bart van der Leck

Gary carga una esfera entre las manos. No es un círculo
de humo, no una parvada de zopilotes. Sí un pedazo de
mar, una fracción de ola que ha tomado esta tarde en que
llueve sobre el mar. Gary sonríe desde lejos y corre, largo
y difuso hasta mí. Cuando llega, no existe ninguna ola
en las manos, ningún ramo de rosas, ningún montón de
paja con espinas.
-Aquí traía yo el mar, Miguel -medice.
-Sí, Gary, ahí traía usted el mar.

2
. . . . . . . . . . . Tú no puedes aunque intentes olvidarme [:]

La cocina está muy llena de nada. La alacena guarda
silencio, un par de memorias, besos alcoholizados. He
aquí una lámpara en vez de cena para esta noche. Un
girasol. Gary abre los ojos y un girasol se despierta como
si hubiera amanecido. Abre los ojos, abre la boca y me
ofrece la lengua para trenzarla. El muchacho se ha ves-
tido de novia. Hay una línea de sangre entre nuestros
cuerpos. La cocina es un silencio grande. La cocina es un
sábado por la noche, lleno de nada.

3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Una y otra vez [:]

Anoche lo volví a encontrar en un sueño. Gary ya no
era Gary, sólo la tibieza de las manos, una forma de pre-
guntar algo que no tiene respuesta. Avanzamos muchas
calles en una mañana que era oscura y llena de leones. El
rostro era otro, el cuerpo la voz. No sé qué me quería
decir el sueño.
-El mar e muy grande ¿verdad?
-Sí, el mar es muy grande.
Avanzamos por varias casas. El muchacho llevaba una flor
en el pecho.


Miguel Ángel Ortiz




Popurrí ranchero (Un borrador)


Hace mucho tiempo que no escribo, no sé, sinceramente, como
escribir un poema
de piel y corazón ardidos. No tengo el poco
corazón que tengo
Blossoming tree, Bart van der Leck
batiendo sus alas, pero cuando él aparece
toda alma, todo encendido, grito
¡torero, torerísimo!
con lágrimas en los ojos.
(Aquí me estoy poniendo trágica y sí
bastante cursi.) Éste
tendría que haber sido ese poema, no una disquisición sobre la forma,
la forma herida en que perdí el falsete,
olvidé la melodía,
me aburrí del teatro,
salí a la calle,
me puse a llorar en la banca
mientras pasaba una marcha sobre avenida Reforma. Hacia allá iba,
Inti, itinerante, ¿quién podría decirlo?, que se me acabaría lacuerda,
se me alargaría la vida. Entonces
cuando él aparece sobre el escenario, toda voz
todo enchilado, se me sube la memoria como gato,
se me suben las borracheras de mi vida,
se me sube el corazón hasta los ojos,
me vuelvo teatro, me vuelvo a sentar en esa banca llorando. ¿Pero
de qué era este poema, querido?
Lo he olvidado e ignoro si podría cantar algo
entre tanta amargura, tanto desaliento,
funerales de niños, jovenes, niños
mientras vacas, burros, madres, borregos, hijos, enjutos, se evaporan
entre tanta, Dios,
tanta sequía. Los admiro a todos, los aclamo, me levanto de la mesa,
¡olé!,
poetas,
¡olé!,
les tiro claveles,
¡olé!,
siglo XXI
ustedes
mis hermanos,
mis hijos,
mis amigos, que vienen tan felices,
tan de mañana: los envidio.
¿Lo ves?
Ya no sé como se escriben los poemas
y éste debía planear sobre la miseria, la falta de dinero y amor,
esas heridas con mariachis que nos levantan de la silla,
nos ponen cantantísimos, se nos olvida, nos vale madres,
resistimos, no tengo dinero ni nada que dar nos erizan, nos ponen guapachosos,
nos levantan el orgullo, nos amamos con tequila,
nos vengamos, nos venimos, gordos, felices, sudorosos,
borrachos, orgiásticos, felices,
cuando gritamos de nuestro ronco pecho ¡mexicano! virgencita ¡gritamos!:
sé muy bien que ya te vas dile a esa que hoy te ama que para amarte nada más ¡ay
dolor ya me volviste a dar!, aquí se levanta la doña, aquí entra la tompreta,
allá se sienta el mariachi, hasta allá se pone en la barra exige su tequila
me pongo a llorar, aquí todos lloramos, aquí se quiebra la voz
te voy a olvidar aunque me cueste la vida
ay
abrázame muy fuerte amor mantenme así a tu lado bailamos.
Allá
amanecemos pobres, jodidos, aguardentosos,
mientras
baja el peso, sube el IVA, baja el agua potable,
sube la tortilla, el huevo, la calabaza, suben
las aguas negras, baja de un avión en Baja
Jennifer Aniston, suben los despidos en hoteles,
bajan a Oaxaca Edith y Filadelfo
(recién casados, Plan de los Amates, 1980 y 82)
no pudieron conseguir trabajo,
amueblar su casa, comprar forraje,
mientras Slim el filantrópico compra
edificios, los revende en millones, sube
en la lista de Forbes, bajan los decapitados,
desmembrados con sus miembros a cuestas,
cantan en coro los políticos, los narcos, los ladrones, los oficinistas,
las amas de casa, los estudiantes, los poetas, los policías,
el himno nacional (de su ronco pecho mexicano!):
con dinero y sin dinero
yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la leeey
en este valle de México,
de lágrimas,
cantan, lloran, cantan, beben, lloran, matan, cantan
escriben, Inti,
poemas de amor.


María Rivera


De: Querido / Homenaje a Juan Gabriel, Selección de textos: Luis Felipe Fabre,Inti García Santamaría, Karen Plata, Mantarraya Ediciones, México, 2010