martes, 29 de diciembre de 2009

LIVE BAIT

Sirena, Francisco Toledo
1

¿Cuántos minutos faltan todavía
para que descomience lo empezado?

Live bait:
descoloridas letras de neón en la noche.
Rumor de arroyo y cascada.
Olor de comida.
Sólo de este idioma
distingue (cruel) entre un pez y un pescado.

Live bait:
grandes campos de lodo y en el lodo
se multiplican las lombrices.
Cavan (y no lo saben) para airear la tierra.
Viven (y no lo saben) para servir de carnada.

Aquí venden lombrices: tres veinticinco la docena.
Jack Köning da un trago a su licor (mortal)
y fuma su tabaco (mortífero).

Live bait:
las letras que se encienden y se apagan,
ocultan y descubren
nuestra efímera cara.


2

"Pago lo que me como y la pocilga en que vivo
con lo poco que gano", dice Jack Köning,
"recogiendo lombrices: mil por hora,
hasta diez mil ciertos días. Las pobres
agusanadas color carne.
Mejor no hablar de lo que me recuerdan
mientras se agitan en los bolsillos que cubro
de aserrín para absorber lo viscoco
de mis amigas, mis servidoras, mis víctimas.
Soy como ellas: el patrón me deja
tan sólo diez centavos por docena."

Live bait: carnada viviente.

Me ilustra Jack: "Hay dos clases:
Bloodworms que por su abundancia
no valen mucho, y
Nightcrawlers,
la aristocracia en su género."

(
Bloodworms: gusanos de sangre.
Nightcrawlers: los que reptan de noche.)


3

El doctor Freud y el doctor Job
desde la muerte aplauden a este maestro de vida.
Köning resume
sus enseñanzas y experiencias
al llamarnos así: gusanos de sangre
que se afanan y reptan por la noche.

Y eso que las lombrices no hacen la guerra,
no hablan de amor
ni destruyen el mundo para ser ricas y fuertes.

Los peces no torturan.
No cobran nunca
intereses sus bancos.
Como son tantos
se vuelven incapaces de mentir y engañar.

Y las lombrices no traicionan a nadie
ni se creen nada.
No se sabe que opriman a otras lombrices.

Clavados
en el anzuelo y también agitándonos,
todos nosotros esperamos,
live bait,
que muerda el pez y moriremos unidos.
El enemigoaliado \ verdugovíctima.
Qué solidaria es la derrota.
Qué mutualismo engendra la catástrofe.
Qué ocupación tan minuciosa
la del odiado en el odiante.

Alguien se beneficia con todo esto.
Alguien que a su vez será pescado por otro
y tampoco lo sabe.

....................................................................................................................................................... Pescado con paraguas, 1978 - Francisco Toledo

4

"Cavan el suelo en busca de frescura.
Sólo quieren vivir tranquilas.
Después de la lluvia
salen a respirar y encuentran mi lámpara",
prosigue Jack, "y la cubeta que lleva
a su prisión y exterminio
las lombrices incautas como las truchas."

Incautas no nada más las lombrices y truchas.
Desde el punto de vista de otras galaxias
somos tal vez
peces en el mar de aire, el
maraire; lombrices
que perforan la tierra, el planeta Tierra.


5

Nadie se burle de los primitivos
pues no se dejan retratar
para que no les roben el alma.
Los primitivos modernos llamamos dioses
a los gigantes invisibles (destino, historia)
que se divierten pescándonos.

Yo (que soy tú si te ha enganchado esta línea)
salgo de mi agujero, muerdo el anzuelo
que prometía placer o poder o consuelo o dicha
o simplemente paz, nirvana, olvido.
Y estoy aquí debatiéndome.

Como me han engañado. Qué tonto fui
al suponerme distinto
de mis hermanas lombrices,
mi hermano el pez (el odiante:
lo que respiro a él lo asfixia).


Live bait, live bait: todos hijos
de nuestra inmisericorde madre la vida
que se alimenta de muerte.
O de la madre muerte que se alimenta de vida:
una de dos o las dos son la misma.

Live bait nosotros también,
los encarnados para ser carnada.
Lombrices pensantes
a quienes programaron con lenguaje y conciencia
para reflexionar en su desdicha.

................................................................................................................................................................... L'origin du monde, 1979 - Francisco Toledo
Y no obstante,
creo en ti,
enigma de lo que existe;
terrible, absurda, gloriosa vida
que no cambiamos (ni en el anzuelo) por nada.


José Emilio Pacheco

De: Álbum de zoología, Ediciones Era, 2007 México