Yo no te pedí nunca que vinieras.
Desabrochaste tú misma el vestido
y corrió tu sonrisa hacia mis labios.
Yo no te pedí entonces que vinieras.
Ni supe que tu cuerpo ya era de otro
hasta que hallé un cuchillo en mi hombro zquierdo.
Y no he vuelto a encontrarte. Las aceras
se aprietan contra el muro, cuando ven
que yo voy por la calle sin ti, solo.
Ahora te pediría que volvieras.
En todo hay etiquetas con el precio
de cuánto costará aquello elegido.
Su importe les parece, a muchos, caro.
Yo pagaría el precio de tu vuelta
al cuchillo que aceche a quien te quiera.
J.M. Fonollosa
De: Ciudad del hombre: New York, El Acantilado, 2000 Barcelona
poesía salvaje: jm fonollosa
poemas de: jm fonollosa
centraal museum: marlene dumas
tate gallery: marlene dumas